«NO ENTENDÍAMOS CÓMO ERA POSIBLE VIVIR SIN AGUA, TENÍAMOS QUE IR AL RÍO CON UNOS CUBOS PARA COGERLA. Y AQUÍ TE ESTÁS QUEJANDO PORQUE LOS BARES TE CIERRAN A LAS OCHO»
RAQUEL GÓMEZ | 26 de abril, 2021
Tal y como contáis en la web, estuvisteis desde 2012 hasta 2017 viajando por Europa, catorce meses por el Sudeste Asiático y en 2020 cruzasteis el charco para viajar por América pero supongo que el coronavirus fue lo que os hizo volver, ¿no?
Sí, ahora estamos otra vez en Barakaldo y sí, al final con el tema de la cuarentena nosotros nos fuimos en febrero del año pasado y en marzo ya nos confinaron. Estuvimos diez meses en total en Argentina.
Y volvisteis porque ya os daba igual estar confinados allí que aquí, entiendo.
Sí, bueno, y cuando hubo vuelos para volver. Porque al final pensábamos que iban a ser quince días y ya estaba, yo creo que como todo el mundo, ¿no? Pero bueno luego nos pilló el invierno y dijimos pues esperamos que pase el invierno y o volvemos para casa o nos movemos. La realidad es que quitaron los vuelos en marzo y no volvieron a ponerlos hasta octubre o así, que fue cuando decidimos irnos antes de que nos los volvieran a cancelar.
¿O sea que lleváis aquí desde octubre?
No, no. Empezaron a poner los vuelos en octubre pero hasta finales de noviembre no conseguimos un vuelo de las famosas repatriaciones. Que de repatriación no tenía nada porque tenías que pagártelo tú, básicamente era buscar un vuelo y que pudieras llegar cuando hubiera vuelo. Esperamos a cerciorarnos de que salían los vuelos porque muchos los ponían y los cancelaban. Así que hasta el 30 de noviembre no aterrizamos en Madrid.
¿Y lleváis aquí desde entonces?
Sí...
¿Y cómo lleváis no poder viajar? Alguien como vosotros igual un poco peor que el resto, entiendo.
Sí, bastante peor. Nosotros nos fuimos en febrero del año pasado con la idea de pasar mínimo tres años por allí dando tumbos y al final que se te trunquen así las cosas, duele. Por eso hicimos un parón en las redes sociales y todo porque hasta que hemos conseguido otra vez las ganas de retomar, nos ha costado.
¿Y ahora estáis planeando algo? Porque viajar se puede.
No, ahora es que viajar es inviable porque para ir a cualquier lugar te piden una cuarentena, la vacuna o PCRs y al final es un gasto que para nosotros no es asumible. Nosotros intentamos gastar lo mínimo para estar todo el tiempo posible de viaje y ahora es que lo mismo te vas de España a Portugal o a Francia y no sabes ni lo que te van a pedir porque ni ellos mismos lo saben. Ahora mismo estamos preparando proyectos que podamos hacer desde casa como pueden ser guías, entrevistas o mil historias que se nos ocurren para que en cuanto se pueda viajar, cojamos la mochila o lo que sea e irnos.
¿Y os gustaría retomar Argentina o cambiar de destino?
No sabemos porque al final nosotros hacemos viajes largos entonces no sabemos dónde va a ser el primer sitio que se va a poder viajar sin el miedo de me van a cerrar, me van a prohibir salir del país o entrar en el de al lado, entonces no sabemos. Es cierto que Argentina se ha quedado pendiente, obviamente. Sudamérica se ha quedado pendiente, Centroamérica se ha quedado pendiente, América del Norte también, pero no sabemos. Al final nosotros íbamos con la idea de llegar allí y hasta donde durara el dinero o hasta donde nos aburriéramos. Y ahora mismo Argentina por ejemplo hace dos semanas ha entrado en la segunda ola, calculamos que por lo menos en dos años a Latinoamérica va a estar complicado ir, al final no sabemos muy bien qué va a pasar. Igual si tú te quieres ir de vacaciones a México pues no tienes ningún problema o a Costa Rica, que hay gente que está yendo, pero nosotros que nos vamos y somos de no saber dónde vamos a ir la semana siguiente, para nosotros no es viable y es algo que no podemos hacer.
Claro, tardaréis de hecho.
Sí, sí, lo tenemos asumido.
¿Cuánto tiempo soléis estar en un mismo lugar? Habéis dicho que a Argentina ibais con la idea de ir tres años mínimo...pero siempre supongo que no habéis estado tanto tiempo, ¿no?
Lo máximo que hemos estado en movimiento han sido los catorce meses de Asia, pero es que luego somos muy de viajar despacio, por ejemplo en Chiang Mai, en el norte de Tailandia, íbamos para dos noches y seguimos viajando y nos quedamos diecisiete. A Laos fuimos dos semanas a Workaway y nos quedamos dos meses. Como no tenemos una obligación de volver o un trabajo que nos requiera estar en el mismo punto nos da igual tanto una semana, tres meses o lo que nos dé la visa, que al final es lo que nos marca más el movimiento que lo que nosotros queramos o no queramos estar en el país.
¿Os habéis quedado trabajando en alguno de los viajes que habéis hecho o simplemente con los ahorros?
No, lo más parecido a trabajar, que no es trabajar es Workaway, que es una especie de voluntariado en el que tú cambias unas horas de trabajo por alojamiento y comida. Eso sí que hemos hecho varias veces pero lo que es trabajar de tener un contrato no. Con esto lo que conseguíamos era dilatar el tiempo en el que estábamos en ese destino, por ejemplo en Laos dos semanas se convirtieron en dos meses viviendo en mitad de las montañas. Es un poco relativo, nosotros nos fuimos con los ahorros que pueden tener dos chavales de 25 años de trabajar los fines de semana y poco más, y con ese dinero llegamos a estar catorce meses, que al final tampoco es mucho dinero.
He visto que os tatuáis con tatuadores locales, es curioso. ¿Siempre que viajáis lo hacéis?
Bueno, empezó en Vietnam, llegamos a Hanói y dijimos una de dos, o nos vamos al monte a andar, a los trekking de sapa o nos quedamos en la ciudad y nos gastamos ese dinero ahí y vimos a los tatuadores. Llegamos al hostel una noche y estaban haciendo tatuajes gratis y dijimos ya está, este es el momento. Y de allí nos fuimos con tres tatuajes cada uno. Luego en Malasia decidimos hacernos uno cada uno antes de volver a casa y en Bariloche dijimos ya que hemos estado aquí diez meses tenemos que llevarnos algo para toda la vida. El tema de los tatuajes es algo que nos gusta mucho y creemos que es un recuerdo que lo vamos a tener para siempre, al final a no ser que nos hagamos el láser, los vamos a tener para siempre.
¿Y cómo surgió la idea de crearos la cuenta? ¿Primero empezáis a viajar y luego os hacéis la cuenta?
La realidad es que si no llega a haber un confinamiento, no tendríamos una cuenta de Instagram con tantos seguidores ni una web tan profesional, por así decirlo. Para nosotros era únicamente Facebook y Youtube, subir cada semana o cada quince días un vídeo para enseñar a nuestros familiares y amigos y que vieran que estábamos vivos, que habíamos ido a la playa y poco más. Lo que pasa que en el confinamiento como teníamos los discos duros de todo el viaje de Asia, empezamos a recopilar información y dijimos bueno pues a lo mejor esto le ayuda a alguien. Y en el confinamiento pegó un pelotazo increíble y pasamos de tener una cuenta normal de viajes a intentar dedicarnos a ello y dar consejos a quien lo necesitara, y parece que le gusta a la gente, que eso es lo mejor de todo.
Y desde entonces la habéis explotado mucho más, entiendo.
Nosotros teníamos la cuenta, una cuenta normal en la que subíamos fotos normales, lo que pasa es que llegó un punto en el que nos dimos cuenta de que a nosotros no nos gusta sacarnos fotos de postureo y que no estamos a gusto intentando sacar la foto que hay que sacar. No salimos prácticamente en las fotos nunca, ni en los reels, ni en todo lo que hacemos, no nos gusta. Pensamos en qué podíamos hacer para ayudar a la gente en una cuenta de viajes y decidimos dar nuestros consejos a ver si a alguien le servían. Empezamos a hacerlo en Argentina durante la cuarentena, sí, y sobre todo tenemos una comunidad muy grande en Latinoamérica de gente que nos dice oye cómo lo hacéis. En origen la cuenta lleva desde 2016 pero el boom ha sido en la cuarenta, que ya fue cuando empezamos a hacer entrevistas a otros viajeros de larga duración y fuimos por así decirlo muy pesados, porque al final a la semana igual había tres cosas nuestras relacionadas con otros viajeros que los que siguen a esos viajeros decían quiénes son estos pesados que me salen en todos los lados. Empezó un poco así y sobre todo en Latinoamérica porque sí que hay como un fandom mucho más grande que aquí. Sobre todo en España yo creo que hay no sé si decirlo, como un poco de envidia, como que cuesta más que te sigan. Pueden ver todas tus fotos o incluso dar algún like, pero el hecho de seguir, es como que cuesta más. Podemos decir que un 80% de los seguidores es de Latinoamérica y el 20% de aquí. De ese veinte, el diez por ciento son amigos nuestros (se ríen).
¿Por qué creéis que es?
Ni idea, básicamente nosotros subimos una foto y si nos hablan diez, nueve son de Latinoamérica y uno es algún amigo que lo ha visto y le ha parecido gracioso. A nosotros nos da igual porque no ganamos dinero con esto, pero nos sorprende que en una parte del mundo sea como nada más ver la cuenta te hablan, te preguntan y te siguen y aquí es como que te están dando me gusta pero no te siguen.
¿Qué formato preferís? Podcasts, Twitch, Youtube...
Nos gusta mucho el tema de las entrevistas y ver la cara a la otra persona y sobre todo los podcasts, un formato en el que estamos muy tranquilos porque como estamos hablando de lo que es nuestro día a día, nos cuesta mucho parar de hablar. Nosotros ponemos la cámara y el micro, soltamos todo y hay que estar un poco loco para escucharlo entero, una hora hablando sólo de viajes te tiene que gustar mucho el tema como para seguirlo (se ríe).
¿A día de hoy podríais decir que os dedicáis a esto?
Poder decir sí porque no trabajamos. Entre esto y el dinero que generamos online, no sólo con la web sino online editando vídeo, se puede decir que vivimos de esto porque no tenemos otro ingreso, simplemente de lo que editamos y el contenido este que esperamos en un futuro nos dé para comer. Pero no, no vivimos de lo que es nuestra cuenta de Instagram, no.
Bueno pero también tenéis Twitch, Youtube, los podcasts...¡Tenéis de todo!
Sí, tenemos de todo, lo que pasa es que falta ese pequeño empujón que marca la diferencia entre cobrar diez o veinte euros a tener algo para pagar un alquiler o mantener lo que nos gustaría a nosotros que es poder seguir viajando.
¿Cuál diríais que es el viaje más especial que habéis hecho?
Cris: Para mí Asia porque salimos de Bilbao con 23 y 25 años, tampoco podíamos haber hecho mucho, viajábamos dos veces al año en vacaciones de invierno y de verano. Y fue el viaje en el que vimos que se podía vivir así, que no pasaba nada, que no te iban a robar ni a matar ni a hacer de todo como mucha gente decía. Hay gente buena en el resto del mundo y para mí, personalmente, fue un viaje que me cambió bastante la forma de ver las cosas, para Dani no sé.
Dani: Sí, al final Asia fue el clic entre decir por qué tengo que trabajar durante once meses y tener uno de vacaciones si a mí lo que me gusta es esto, voy a intentar vivir así a ver qué pasa. Y vimos que hay mucha gente que lo hace y que es lo más normal del mundo, lo que pasa es que tienes que estar en esa rueda de sitios y al final si tú vas quince días a Tailandia pues a lo mejor te encuentras a un desorientado como podríamos ser nosotros que justo es de tu país y te cuenta que lleva seis meses viajando por allí, entonces dices y este cómo lo hace. Y al final empiezas a hablar con gente y te das cuenta de que tampoco es tan difícil, simplemente tienes que parar un poco y decir pues en vez de hacerme en quince días todo un país, quedarte esos días en dos ciudades. Ahí abaratas muchísimos costes y para nosotros, que no tenemos mucho dinero, es genial esa forma de viajar. Pero sí, yo creo que Asia fue el que hizo el clic de decir yo quiero vivir así.
¿Y ese cómo lo organizasteis? Porque me imagino que de ese a cómo los organizáis ahora habrá cambiado bastante la cosa...
¡Y tanto! Mira, para ese viaje desde que decidimos que nos íbamos en verano de 2016 hasta que nos fuimos en marzo de 2017 estuvimos planeando absolutamente todo. Vamos a hacer esto y esto, el segundo día vamos a ir a este sitio y a este otro. ¡Casi teníamos planeadas hasta las horas que íbamos a ir al baño, no te digo más! Y llegamos y vimos ese Workaway y la primera semana yo -Cris- cogí dengue, entonces todos los planes se desmoronaron porque nos tuvieron que cambiar de ciudad en ambulancia a un sitio donde nosotros ni lo habíamos mirado ni sabíamos que existía y tuvimos que cambiar la ruta entera. Ahí fue cuando nos dimos cuenta que teníamos que dejar de planear, a ver algo planeamos porque tienes que planear pero sí, se puede decir que nuestra forma de viajar a partir de eso fue: cuando se nos caduque la visa, nos movemos y si un vuelo que nos interese baja de precio, lo compramos y ya está. Ya no había un itinerario de decir el mes que viene voy a estar aquí o aquí, era un poco lo que iba surgiendo, igual te encontrabas con un viajero que venía de una isla y decías anda, pues está guay, en vez de ir a esta isla voy a ir a esta otra. Tampoco nos gusta mucho la fiesta cuando estamos de viaje, entonces íbamos a zonas más locales, muy tranquilas y en las que podíamos estar a nuestra bola haciendo lo que nos daba la gana, básicamente.
Y ahora pues igual, cuando nos hemos ido a Argentina teníamos una pequeña idea pero también era un poco depende de dónde soplara el viento.
Y también se os truncó...
Sí...
Vamos, que moraleja: no planear.
Sí, sí. Lo básico. Qué llevarte y muchas veces ni eso, porque la mitad de las cosas que llevas o las acabas regalando o al final estás por ahí y te apetece comprarte algo, en vez de comprarte un imán te compras cosas que puedes necesitar a diario.
También he visto que tenéis un apartado en la web con las preguntas frecuentes pero, ¿cuál es la pregunta que más se os hace? Supongo que sobre todo sobre el tema del dinero, ¿no?
Sí. La verdad es que hay dos preguntas que se repiten mucho, una es si estamos en una estafa piramidal, que está como muy de moda y muchos nos contactan pensando que somos de alguna estafa piramidal y en realidad simplemente contamos nuestra experiencia. A nosotros no nos paga nadie, ojalá nos pagase alguien. Y la otra el presupuesto, que cómo lo hacemos para vivir viajando. Por eso casi todo el contenido se basa un poquito en lo que nos gastamos, cómo ahorrar dinero, cómo buscar los mejores vuelos, pero sí, el dinero es lo que más suele interesar a la gente.
¿Y el peor viaje, por lo que sea?
Myanmar, el peor destino.
¿Los dos estáis de acuerdo?
Sí.
¿Por qué?
Cris: Bueno, peor viaje Argentina porque nos ha salido fatal, pero bueno, Myanmar, sí. Igual que para Laos íbamos dos semanas y nos quedamos dos meses, para aquí íbamos un mes y nos quedamos semana y media.
¿Y por qué?
Dani: Al final nosotros veníamos de estar en un entorno muy local, en Laos, con gente local trabajando y viviendo con ellos y todo el mundo nos decía que teníamos que ir a Myanmar, que era lo más auténtico. Y fuimos allí y nos sentimos como dólares andantes porque está como muy centrado en que el turista tiene dinero, que si te ofrecen cualquier cosa se lo vas a comprar porque te cuesta una miseria pero es que para nosotros esa miseria es comer ese día. Entonces era pasar de estar súper tranquilos a tener que salir a la calle y decir es que me van a pedir trescientas personas, voy a tener que sufrir para negociar un taxi. Entonces sí, es muy bonito, pero al final de lo que todo el mundo habla es de los templos de Bagan, desde donde se ven unos amaneceres y atardeceres increíbles, pero para nosotros que veníamos de estar viendo templos siete meses, no era nada nuevo. Lo único que conseguimos allí era agobiarnos y aparte que la comida que te ofrecen generalmente es arroz, como en casi todo el Sudeste Asiático, pero a nosotros el primer o el segundo día nos sentó mal, estábamos enfermos y dijimos mira vámonos de aquí. Cogimos el primer vuelo que teníamos a Kuala Lumpur, que es donde teníamos la base en esa etapa de Asia, donde estaban nuestros amigos, que era gente que habíamos conocido allí, pasamos la Navidad con ellos y la verdad que bastante bien.
Cris: Sí y la verdad es que conocimos a una española en el aeropuerto que le había pasado lo mismo que a nosotros. Al final es de los que menos tiempo lleva abierto al turismo y yo veo que han ido al modelo de exprimir al turista, por ejemplo las estaciones de autobuses las han cambiado expresamente para ponerlas lejos de las ciudades para que tengas que coger un taxi, en Bagan que es donde están los templos, antes de entrar a la ciudad te cobran la entrada de los templos vayas o no vayas a ir. Al final no sé, no nos gustó.
Bueno, de experiencias así también se aprende. Seguramente a raíz de este viaje el siguiente destino lo valoraríais mucho más.
Ah, sí, sí. Cuando aterrizamos en Kuala Lumpur dijimos pero qué limpio está esto, les decíamos a los amigos a ver si lo habían limpiado. Lo veíamos con unos ojos diferentes a las anteriores veces, lo veíamos como más nuevo.
Habláis de que habéis hecho amigos, imagino que habréis conocido a muchísima gente en todo este tiempo, ¿no?
Lo bueno que tiene el Sudeste Asiático es que se junta mucha gente y a quien le gusta ser nómada por así decirlo, tiene la posibilidad de vivir muy barato. Eso sumado a las Working Holiday Visa que hay en Australia y Nueva Zelanda que son unas visas que te permiten trabajar en ese país. Entonces la gente de Latinoamérica, sobre todo de Chile y Argentina, se van allí, hacen mucho dinero y se lo gastan en el Sudeste Asiático. En muchos puntos hay como pequeñas comunidades de hispanohablantes que a nosotros nos daban la vida. Y la verdad es que puedes compartir muchas cosas, cambias aparte de la cultura en la que estás viviendo, como estás con chilenos, argentinos y gente de todos los lados, aprendes muchísimas cosas y a ver el mundo completamente diferente a como nos lo venden en la televisión.
¿Pero y luego son personas con las que seguís en contacto o sólo mientras coincidís durante la estancia?
Hay gente con la que seguimos hablando, no todos los días evidentemente, no tenemos un grupo de Whatsapp pero sí que les tenemos en las redes sociales, cuando publican algo en sus redes siempre estamos atentos porque nunca sabemos si van a estar en el mismo pueblo o en el mismo país que nosotros, y sí que al final nos llevamos con gente que han sido amigos durante una etapa de nuestra vida. Aunque sólo haya sido durante una noche, creas una conexión muy fuerte. Al final imagínate estar un mes sin hablar castellano y de repente encontrarte con tres chicos de Donosti, pues es que te da la vida.
Y bueno, respecto a las profesiones de cada uno, contadme. Porque veo que Cris hace logos, escribe novelas, tiene un relato, luego que Dani edita webs. ¿Qué habéis estudiado?
Cris: yo estudié Turismo porque creía que era la carrera a elegir cuando te gusta viajar pero no, spoiler alert: no es (se ríe). Me gusta más diseñar y escribir. Y como hacemos todo nosotros, la web y todo, la web la hago yo porque Dani se encarga de otras cosas. Me gusta mucho aprender a base de hacer y como necesitábamos un logo, lo hice. Hemos tenido cincuenta versiones de logo con cincuenta colores distintos, con la web lo mismo, en Instagram ochocientos estilos. Oficialmente he estudiado Turismo, hice las prácticas en un hotel de Bilbao y en ese periodo me di cuenta de que no me gustaba, he ejercido de lo mío y por eso sé que si te gusta viajar no es lo mejor. Lo de escribir creo que como todo el mundo en la cuarentena me dio por leer y no encontraba libros que me gustaran, porque a mí me gusta mucho la novela romántica y me daba mucha rabia que no fueran feministas, que promovieran el amor tóxico y esas cosas y como no lo encontraba, lo escribí. Si voy a tener un libro favorito me lo escribo para mí misma. No sabía si iba a publicarlo, seguí escribiendo, Dani me animó a publicarlo y pues ahí está.
¿Y el título? ¿Nada que envidiarle al mar?
Es por algo que pasa en la novela pero no te voy a hacer spoiler (se ríe)
¿Y el relato? ¿Fue antes?
Fue durante, en un bloqueo que no sabía cómo escribir. Yo sigo muchas cuentas de Instagram de escritura e hicieron desde una cuenta inglesa un concurso de relatos en el que quedé finalista y dije bueno pues traduzco a castellano el relato que hice y por lo menos que lo lea quien quiera. Y así estaba entretenida.
Vamos, que digamos que vuestra cuarentena fue bastante productiva.
Estábamos en un apartamento en Bariloche que medía dos metros de ancho y cuatro de largo y con nieve hasta arriba. Dijimos o hacemos cosas o nos volvemos locos. Y ahí empezó Dani a hacer entrevistas porque nuestra mente necesitaba desconectar, mi mente salía con el libro y la de Dani charlando con otra gente.
Dani: Yo te hago un resumen muy rápido: no terminé Bellas Artes. He trabajado en hoteles en Bilbao pero siempre me ha gustado el tema audiovisual, consumo Youtube todos los días y me encanta ver viajes de otra gente. Cuando nos fuimos a Asia, dijimos bueno vamos a tratar de hacer lo nuestro. Y allí empecé a editar y cuando volvimos aquí después de Asia un amigo de la universidad dejaba su trabajo como editor de vídeo, me lo ofreció, me puse a trabajar de eso y ahora me dedico a trabajar de eso editando para youtubers de todo el mundo porque tengo a alguno chileno, a alguno español. Al final trabajo desde mi ordenador, que lo puedo hacer desde cualquier sitio.
Y todo autodidacta...
Sí, cuando estás de viaje las cuentas sólo ponen fotos bonitas, no se ponen las trece horas que tienes que hacer de autobús. Y en esas horas lees libros, ves tutoriales de cualquier cosa y al final aprendes muchísimas cosas. Y eso lo aprovechamos para cuando hemos estado aquí poder trabajar. Ya te digo que yo antes de irme de viaje hablaba el inglés del colegio, hola qué tal, y ahora puedo mantener una conversación.
Habréis aprendido mucho no sólo de inglés, supongo que de la vida, sobre todo.
Sí, sí, sobre todo a valorar cosas que antes no. Muchas veces no nos damos ni cuenta porque vivimos en ciudades donde tenemos de todo. Nosotros la primera semana que no teníamos agua flipábamos, decíamos que cómo era posible no vivir con agua. Y tuvimos que ir al río con unos cubos para coger agua. Y aquí te estás quejando ahora mismo porque los bares te cierran a las ocho.
¿Algo que no hayáis dicho antes, que no se conozca de vosotros, que no esté en la web ni Cris haya hablado ni en el libro ni en el relato, algo que queráis que se sepa cuando lean la entrevista?
No sé es que lo contamos todo, no callamos (se ríen). Pero igual uno de los proyectos que tenemos así en mente y un poco en proceso es una asociación cultural que hemos creado ya estando aquí que se llama Euskal Herria Munduan con la idea de visitar todas las Euskal Etxeak del mundo. Las Euskal Etxeak son unas casas vascas que hay por todo el mundo por gente que emigró en algún momento de su vida, sus antepasados o lo que sea y hay una casa vasca. Por ejemplo en Europa hay nueve o diez, hay en Japón, hay en China, en Estados Unidos hay ochocientas, etcétera. Es un sueño de aquí a que nos muramos pero sí que hemos empezado a poner unas piedritas, vamos a intentarlo y mientras podamos visitaremos las que hay en España si nos dejan, luego en Europa y bueno, poco a poco.
Para hacer honor a vuestro lema Tipi-tapa, tipi-tapa, mundutik bueltaka, que viene a ser poco a poco dando vueltas por el mundo, ¿no?
Sí (se ríen).
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